Era yo

Hola! soy Dan y quiero contarte una historia.

Hoy tuve un sueño tan extraño, como los que tengo regularmente, sólo que esta vez quiero escribirlo, y para entenderlo hay que hablar de un sueño que tuve de niño.

Tenía 8 años y dormía en la misma cama con mi tía y al lado, había otra cama donde dormía mi hermano mayor con 14 años en ese entonces. Recuerdo bien ese momento al dormir ya que tenía pesadillas de imágenes que no recuerdo ahora, pero lo que sí recuerdo es que al final del sueño alguien me tocó el hombro 2 veces con un sólo dedo, como llamándome, y eso hizo que despertara asustado.

Hey! Angel no me molestes ya?
Dan gritándole a su hermano

Por un momento pensé que era mi hermano mayor Angel jugándome una mala pasada pero no era así, él estaba completamente dormido. Salté de la cama e inmediatamente rocié agua bendita guardada por todo el cuarto, esa noche no dormí.

Les cuento esto porque ese momento de miedo se había quedado grabado en mi cabeza para toda mi vida y ahora lo entiendo todo.

Ayer soñé que alguien vino a llevarme a ver momentos de mi vida, sí lo sé, como ese cuento de navidad de Scrooge. Como si estuviera flotando en el aire, veía cuando metí un gol de chalaca (chilena) en un campeonato y que no fue suficiente para ganar, también me vi llorando debajo de mi cama porque me sentía sólo, aunque no entendía el porqué sólo veía cosas tristes acepté el sueño, ni modo.

Y ese niño soñando, quién es?
Pensaba Dan mirando a través de su sueño

Lo que me llamó la atención fue que me vi, con 8 años de edad, dormido al lado de mi tía y del otro lado mi hermano mayor roncando. Noté en el rostro del pequeño Dan un quejido y unas suaves muecas de sufrimiento. Así que supuse que tenía una pesadilla en ese momento y quise despertarlo pero el sueño me absorbía hacia atrás, y lo único que pude hacer fue tocar su hombro con mi dedo índice 2 veces para que se despierte y vi, como el pequeño Dan despertó más asustado que cuando estaba dormido.

Así que era yo!
Pensó Dan

Desperté en mi cama ya adulto, y sonreí. Fui yo el fantasma que despertó al pequeño Dan de 8 años sin saberlo.

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